sábado, 5 de enero de 2008

No vale chumbar...


… una de las primeras “leyes” que un hombre, cuando niño, debe empezar a respetar.

En la infancia todo era más respetable. “!No vale molinete!” reglamento tácito del metegol, que uno acataba incluso, más que el “si bebe no conduzca” de la adolescencia.
¿Será porque “los chicos no mienten”? Claro que mentíamos… y mienten (los de hoy)! Pero no violábamos las reglas, así en los juegos como en la vida.
Si el pan pisaba la zapatilla del último queso, se respetaba. Y el queso, dejaba elegir primero al pan lo mejor.
Que ni se te ocurriera tocar dos veces la pelota en el 25! Ibas al arco sin importar cuantos goles faltaran para los penales, o peor aún, para las patadas en el culo.
Igual, uno desde los tres palos podía tomar revancha lanzando la pelota al cuerpo de los verdugos… eso sí! de la cintura para bajo. En caso contrario estaba mal visto.
Lo extraño, es que de un día para el otro no solo bebemos e igual conducimos, sino que chumbamos… y apuntamos a la cabeza!

Mareados los muñecos del metegol de tanto molinete, con el solo objetivo de meterla en el arco contrario sin importar el como, extrañan a los niños. Y nosotros, también.
Sin embargo, nosotros mismos elegimos esto estirando el tranco para que el pan pisara fuerte y con mala intención sobre el esquivo pie del queso. Y elegimos, pero por lo visto… mal.



por Tonesca.

No hay comentarios: